Homila Nuestra Señora de Guadalupe 2011

Homila Nuestra Señora de Guadalupe 2011 December 11, 2011

 

Cuando la Madre de Dios, la Virgen María, bajó del cielo al Tepeyac en 1531, pronunció un mensaje de amor y esperanza para un pueblo que se encontraba en medio de cambios e incertidumbres. Todo había cambiado. La llegada de los españoles había revolucionado la vida y las creencias de los indígenas. El descubrimiento de un mundo nuevo y pueblos nuevos había confundido y puesto en duda muchas creencias europeas.
La Santísima Virgen pidió en sus propias palabras, que se construya un templo para ella poder mostrar y dar todo su amor, compasión, auxilio y defensa, para que allí los moradores de esta tierra la invoquen y confíen en ella, para allí oír sus lamentos y remediar todas sus miserias, penas y dolores.
¡Que consuelo habrá sido escuchar estas palabras para el pobre Juan Diego! La Virgen le da consuelo y auxilio en un momento de tanta inestabilidad y duda. Este mensaje de la Virgen fue un mensaje para aquellos que vivieron en 1531, pero el mensaje continua hoy. La Virgen María quiere ser nuestro amparo hoy, quiere auxiliarnos, dándonos el fruto de su vientre, a su hijo Jesús.
Dios nos ha enviado a su Madre para ayudarnos en la lucha de la vida diaria, para consolarnos en nuestras penas y fortalecer nuestra fe. Nuestra Señora de Guadalupe nos trae el mensaje de Su hijo, un mensaje de fe, esperanza y caridad.
Cada uno de nosotros presentes hoy, venimos buscando este amor, compasión, auxilio y defensa que nos promete la Virgen María. Cada uno de nosotros cargamos cruces, ya sean enfermedades, tristezas o preocupaciones. Cargamos nuestras ansiedades, incertidumbres, dudas y penas. Pero aquí estamos hoy presentes como Pueblo de Dios buscando ayuda y consuelo de Nuestra Madre que nos ama, que nos cuida y que nos ofrece el amor y la misericordia de Su Hijo.
Así como Juan Diego encontró paz y consuelo en el mensaje de la Santa Madre de Dios ¿cómo podemos encontrar paz y estabilidad nosotros hoy en nuestras vidas? ¿Qué cosas podemos hacer para recibir los efectos de la promesa de Nuestra Madre?
Primero, encontramos paz cuando hay fidelidad a Dios. Esta fidelidad la demostramos más perfectamente con la asistencia a Misa cada domingo. Dios nos pide que santifiquemos el domingo, que le consagremos un tiempo para la oración. Asistir a Misa debe ser nuestra prioridad.  Ir a Misa, especialmente en familia, da estabilidad a la familia, da un ejemplo a los hijos, trae unión en el matrimonio, y ¿Quién no quiere estas cosas en su vida: estabilidad, hijos buenos y un buen matrimonio?
Si tienen aún a sus niños pequeños, lo mejor que pueden darles es el ejemplo de asistir a Misa, enseñarles a ser hombres y mujeres de Dios. Si no lo hacen, como mago puedo predecir sus futuros: tendrán un futuro de jalarse los pelos y arrepentirse porque no les dieron a sus hijos una base segura, porque no les enseñaron quien es Dios. No les enseñaron a amar a Dios.
Hoy en día, al joven se le bombardea con puntos de vista contrarios, que los confunde, que los aparta de Dios, que los aparta de sus familias y de sus raíces. Enséñenles a sus hijos a amar y a servir a Dios con el ejemplo. Ustedes mismos amen y sirvan a Dios y encontrarán paz y estabilidad en la casa. Si no dan el ejemplo al ir a Misa, sus hijos no solo no irán a Misa cuando crezcan, pero más que seguro, perderán su fe.
Fidelidad a Dios traerá paz y harmonía. Aunque Dios no es un hada madrina que arregla todos nuestros problemas con una varita mágica, Dios si está presente para consolarnos y fortalecernos, especialmente en momentos difíciles. Quien vive lejos de Dios vive en las tinieblas y fácilmente tropieza y no puede pararse.  Dios es nuestra roca fuerte, Dios es nuestra fortaleza.
Segundo, encontramos paz y estabilidad en la vida en la fidelidad al matrimonio. Aquellos que comprometen amarse y respetarse por el resto de sus vidas frente a Dios al recibir el sacramento del matrimonio sienten una estabilidad inigualable en sus vidas.
Muchos le temen al compromiso del matrimonio, pero es en el compromiso que uno afirma que una cosa en la vida si es segura: que como marido y mujer se tienen el uno al otro pase lo que pase, no importa que traiga la vida. Den el ejemplo a los hijos, no podrán exigir de sus hijos algo que ustedes mismos no vivieron. Así como ustedes viven hoy, vivirán sus hijos en el futuro.
Todo ser humano busca la felicidad, y la felicidad solo la encontraremos en Dios. Cada uno de nosotros nace con un vacío en el alma que solo Dios puede llenar, pero tratamos de llenarlo con tantas cosas… con vicios, con alcohol, con odios y egoísmos, con una vida fácil. Pero absolutamente nada llenará ese vacío. Cualquier cosa que no sea Dios simplemente hará el vacío más grande. Arrepiéntanse y regresen a su Dios. Arrepiéntanse y acepten el amor materno de la Virgen María.  Regresen a Su Dios que los llama por su nombre, que ansiosamente los espera para hacerlos herederos de su reino.
Nuestra Madre de Guadalupe nos aseguró que en su amor materno encontraremos todo lo que necesitamos. ¿Verdaderamente creemos que en Dios encontraremos todo? ¿Qué solo necesitamos buscar a Dios para ser felices y que todo lo demás se nos será dado por añadidura?
La Virgen nos dice, “Hijo mío el más querido, Hija mía la más  querida: No es nada lo que te espanta o te aflige, que no se altere tu rostro, tu corazón. ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre? ¿Acaso no estas bajo mi sombra, bajo mi amparo? ¿Acaso no soy yo la fuente de tu alegría? ¿Qué no estás en mi regazo, en el cruce de mis brazos? ¿Por ventura aun tienes necesidad de cosa otra alguna?
Pidámosle a Nuestro Señor Jesucristo que abra nuestros corazones a recibir su perdón y su paz. Pidámosle a Nuestra Madre que interceda por nosotros ante Su Hijo, que podamos ser herederos de su promesa  a todos los moradores de esta tierra.
Hoy que nos reunimos para cumplir la profecía Bíblica de la Santísima Virgen, que todas las generaciones la llamarían dichosa, encomendémonos a ella y a su protección maternal.
Santísima Maria Virgen de Guadalupe, ruega por nosotros.
Pictures are mine, all rights reserved.

Browse Our Archives