Durante el mes de mayo, mes tradicionalmente dedicado a la Virgen María, tuvimos tres coronaciones de Nuestra Madre en mi parroquia, Sacred Heart en Warner Robins. La primera fue un domingo inmediatamente después de la Misa de las nueve de la mañana, la otra fue con los estudiantes de la escuela quienes rezaron un rosario en nuestro jardín mariano y la tercera durante la Misa en español.
Normalmente son reyes y reinas quienes usan coronas, así que al coronar una estatua de la Virgen María, estamos reconociendo y proclamando que ella también es reina. María es frecuentemente honrada como reina en varios de sus títulos así como Reina de los Ángeles, Reina de los Apóstoles, Reina del Cielo y Reina del Universo. ¿Cómo así estos grandes títulos?
En el Antiguo Testamento, los reyes de Israel tenían muchas esposas e inclusivamente concubinas. La reina no era una esposa favorita, más bien, la reina era la madre del rey. Por ejemplo, la Biblia nos dice que el Rey Salomón tenía setecientas esposas y muchas concubinas, pero la reina era su madre Betsabé.
El ángel Gabriel anunció a la Virgen que su hijo seria dado el trono de David su padre y que el reinaría sobre la casa de Jacob por siempre. María sabia que si su hijo era el rey de Israel, ella seria la reina. Los primeros cristianos comprendían esto y reconocían que al proclamar a Jesús como rey, también reconocían a la Virgen María, su madre, como reina. María es la reina de todos aquellos que proclaman a Jesús su rey. Ella es reina en virtud del papel que tiene en el gran plan de salvación de Dios.
¡Que la Santísima y Purísima Virgen María, Madre de Dios, ore por nosotros y nos proteja de todo peligro!
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