Lo que he aprendido

Lo que he aprendido June 9, 2012

La semana pasada hablé por teléfono con un amigo sacerdote quien también será transferido de parroquia por primera vez.  Después de compartir nuestro entusiasmo y nuestras angustias le dije en broma, “Supongo que vamos a aprender lo que es ser sacerdote en otro lugar por primera vez.”

Al prepararme para partir de Sacred Heart en Warner Robins, he estado considerando todas mis experiencias como sacerdote recién ordenado al igual que las muchas lecciones aprendidas, en particular aquellas del sacerdocio.  Varias veces he respondido a la pregunta si el sacerdocio es lo que yo esperaba diciendo, “no, no es lo que esperaba, es mucho mas de lo que esperaba.”

He aprendido que el sacerdote, unido a Cristo, entrega su vida por amor a Cristo y al prójimo.

He aprendido que el sacerdote busca y encuentra la presencia de Cristo en toda persona, toda situación y toda circunstancia sin excepción.

He aprendido que el sacerdocio  no es un trabajo o carrera, más bien es la entrega completa de uno mismo por amor.

He aprendido que el sacerdote es consciente de que es sacerdote no por sus grandes habilidades o méritos personales, sino porque ha sido llamado por Dios para un papel único en la Iglesia.  Dios no elige a los preparados, pero prepara a los elegidos.

He aprendido que el sacerdote es instrumento de unidad, ayudando y guiando a los que desean acercarse a Cristo.

He aprendido que el sacerdote es indispensable cuando se trata de la celebración de los sacramentos, pero un sacerdote específico nunca es indispensable. El sacerdocio de Jesucristo ha existido desde antes que nacieran los sacerdotes de hoy, y seguirá existiendo después de todo sacerdote hoy vivo muera.

Siete años en el seminario fueron insuficientes para prepararme para el sacerdocio, no debido a alguna deficiencia en el seminario, pero debido al misterio profundo que es el sacerdocio, lo cual lo hace algo mucho más de lo que yo esperaba.


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