Necesidad de Dios

Necesidad de Dios September 9, 2012

 

Recuerdo ir a confesarme durante mi segundo año en la universidad y el sacerdote me preguntó porque me tardé tanto en confesarme otra vez.  “Muchas cosas pueden ocurrir en nueve meses,” me dijo.  “Si en nueve meses una mujer puede tener un niño, imagínate todo los que puede ocurrir en ese tiempo.”

Me sorprendió su reacción ya que no pensaba que nueve meses era mucho tiempo.  Le dije al Padre que no había venido porque quería resolver algunos asuntos antes de confesarme.

El Padre no entendía mis buenas intenciones a pesar de explicarle todo bien.

Unas semanas después, me di cuenta de la sabiduría del sacerdote y de mi gran error.  Había tratado de resolver mis problemas antes de acercarme a Dios en vez de acercarme a Dios para que El me ayude a resolver mis problemas.

No tiene sentido que una persona enferma espere a sanarse para recién ir al medico.  De lo contrario, uno va al medico para que el medico te sane, no importa que tan enfermo estés.  El medico no te juzga por estar enfermo, mas bien su trabajo es ver a los enfermos para sanarlos.

De la misma manera nos acercamos Jesús, enfermos, necesitados de su ayuda, confiando que El nos puede sanar:

Si prestamos atención al ministerio de Jesús, nos damos cuenta que al predicar el evangelio, Jesús sanaba a los enfermos, aliviaba a los marginados y ignorados de la sociedad y perdonaba a los pecadores.  Jesús siempre se acercaba a los enfermos, a los pobres y a los débiles.   ¿Cómo así?  Porque ellos necesitaban mas de Jesús, así como los enfermos necesitan mas del medico.

Es difícil comprender como Dios ha querido hacerse hombre como nosotros, pero más difícil aun es comprender que Jesús vivió en una parte marginal del mundo antiguo y se asoció con los más olvidados y despreciados: con los ciegos, los sordos (como el evangelio de hoy), los pobres, enfermos, marginados, y pecadores.

Por ejemplo: Dios escogió a María, una pobre y humilde mujer para ser madre de su hijo.  Jesús escogió a pescadores con poca educación para ser sus discípulos.  Una de sus más fieles seguidoras fue María Magdalena, una gran pecadora arrepentida.  San  Mateo fue recaudador de impuestos, considerado por esto un traidor de su pueblo.  Jesús no vino llamando a los justos, si no a pecadores.  Jesús no vino buscando a los sanos, si no a los enfermos.

Todos nosotros somos pobres y débiles frente a Dios.  Es por esto que Nuestro Padre nos ha enviado a su Hijo para sanarnos.  Todos necesitamos a Cristo así como un enfermo necesita al medico.  Jesús, el medico divino, nos da la medicina que necesitamos para ser reconciliados con Dios y con nuestros hermanos.  Jesús quiere brindarnos el perdón de nuestros pecados para levantar las cargas que llevamos.  Dios quiere que vivamos alegres, alabándolo y dándole gracias por sus muchas bendiciones así como el hombre sordo lo alabó.

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