Cristo el Horizonte

Cristo el Horizonte January 12, 2013

La semana pasada me senté durante algún tiempo frente al océano Atlántico durante una mañana fría y de mucho viento. Mis oídos se llenaron con el chisporroteo de vegetación seca detrás de mí, el golpear de las olas y el suave silbido del viento.  Tenía frío.

La luz del sol brillaba sobre el agua del mar, creando un camino hermoso uniendo la costa con el horizonte que se encontraba delante de mí sin interrupciones con excepción de un buque de carga de partida del puerto de Savannah. El horizonte demarcado en una línea perfecta, delineaba los límites de mi visión mientras también me desafiaba pues todo lo que se hallaba más allá del horizonte era para mí un misterio.

En el horizonte dos intocables se juntan: mar y cielo. Un abismo se cierra al unirse dos elementos opuestos en una línea perfecta. ¿Cómo es posible que cielo y tierra se unan y me inviten a ese misterio a través de un camino brillante y hermoso?

Así como un abismo aparentemente imposible de juntar se une en el horizonte, la Iglesia se regocija durante el tiempo Navidad que Jesús ha cerrado el abismo entre Dios y nosotros los hombres. Jesucristo es el horizonte donde se unen la humanidad y la divinidad. Sus dos naturalezas, humana y divina, se unen sin ninguna confusión, cambio, división ni separación. Al igual que en el horizonte, en Jesucristo dos intocables se juntan.

Este misterio de la encarnación es un evento trascendental al cual ninguno de nosotros puede permanecer indiferente. Es el momento de la historia que los profetas predijeron. Es el momento de la historia que lo divino se junta con la natural: Dios y el hombre se juntan en Jesucristo.

La buena nueva que celebramos es que nuestro Dios, el creador de los cielos y la tierra, se ha hecho como nosotros en todo menos en el pecado. Dios ha venido a revelarse, a enseñarnos de sí mismo y a traernos la salvación, el perdón de nuestros pecados. Dios ha venido a la tierra y nos ha mostrado su gloria, ha vencido a la muerte para que podamos nosotros tener la vida eterna. Ha conquistado las tinieblas para que siempre vivamos en la luz.


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