Divisiones del Evangelio

Divisiones del Evangelio October 31, 2013

No hay nada que haga terminar una conversación como yo decirle a una persona, “soy sacerdote católico.”  La conversación inmediatamente se desinfla.

Por otra parte, no hay nada que haga iniciar una conversación intensa, interesante y larga como yo decirle a una persona, “soy sacerdote católico.”

Son las mismas palabras, comunican la misma realidad, pero la reacción es completamente contraria.
Recuerdo estar en un taxi conversando con el taxista por un largo rato, hablamos de todo.  Yo no andaba vestido de sacerdote.  En eso el taxista me pregunto cuál era mi profesión, le dije que era sacerdote.  La conversación se enfrió y se terminó después de unos segundos, por parte del taxista, hasta que llegamos a mi destino.

De lo contrario, hace unos meses viajaba en avión.  Al acomodarme en mi asiento, la señora sentada a mi lado me conversó un poco.  Estaba cansado y no tenía muchas ganas de hablar.  Pronto después de sentarme la señora me preguntó a qué me dedicaba.  Después de decirle que era sacerdote, la conversación no paró por más de una hora.  La señora era misionera y estaba en medio de una experiencia de misión.

El identificarse con Cristo o abre puertas inmediatamente o las cierra.  Jesús mismo indica esta realidad, “¿Piensan que he venido a traer al mundo paz?  No, sino división.  En adelante, una familia de cinco estará dividida.”

El evangelio muchas veces causa tensión, pues muchas personas no lo quieren escuchar y le hacen la guerra.  No tenemos que buscar enemigos ni tenemos nosotros que buscar división, pues el mensaje en si causará una reacción negativa en aquellos apartados de Dios y cerrados a su presencia.

Jesús nos enseña que su mensaje traerá división, pero no porque sea un mensaje conflictivo o divisivo.  El mensaje causa división ya que uno no puede permanecer indiferente al evangelio, algunos lo aceptan con gran alegría y entusiasmo, pero otros lo rechazan con gran antipatía y desprecio.  No hay hombre tan amado o tan odiado en la historia como Jesucristo.

Cristo nos llama a ser fieles al evangelio especialmente en momentos de conflicto y división donde podría ser más fácil para uno comprometer las enseñanzas del evangelio.  Cuando la discordia y desprecio se manifiestan, hay que permanecer fiel al evangelio recibido, confiando que Cristo ya ha vencido a sus enemigos.


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