El Rosario en Tiempos Modernos

El Rosario en Tiempos Modernos October 5, 2013
 
Capilla de Stra. Sra. del Rosario, Puebla, Mexico (siglo 17)
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En octubre de 1963 durante pleno Concilio Vaticano II, el New York Times publicó el titular, “Concilio vota degradar a María.” Los hechos no demuestran esto, pero lamentablemente muchos recibieron información acerca del Concilio solo a través de los medios de comunicación. El Concilio no había votado para degradar a María, más bien había elegido insertar el tema de la Virgen María en el documento sobre la iglesia, Lumen Gentium, en lugar de dedicar un documento exclusivamente a ella.

La devoción mariana gozaba de un apogeo en la apertura del Concilio Vaticano II. No había pasado mucho tiempo desde la proclamación de los dogmas de la Inmaculada Concepción y la Asunción.  Congresos marianos celebrados a través del mundo desde 1895 se habían convertido en puntos de discusión y expresión de devoción mariana.  El Concilio Vaticano habló favorablemente de las devociones marianas, pero no mencionó por nombre a ninguna devoción aparte de una breve nota que menciona la antigua oración Sub Tuum Praesidum. El Concilio no mencionó explícitamente el rosario, el escapulario, apariciones marianas o santuarios como ejemplos de expresiones de la veneración a María, lo cual hizo creer a muchos que la iglesia estaba abandonando estas devociones tradicionales.

Al acercarse la fiesta de Nuestra Señora del Rosario el 7 de octubre, es triste reconocer que la devoción a la Madre de Dios entró en una crisis después del Concilio Vaticano II. Un sacerdote mayor me dijo cómo cuando estaba en el seminario en la década del 60 un sacerdote rompió un rosario en el púlpito explicando que el rosario era algo del pasado. Lamentablemente después del Concilio, algunos miembros del clero y fieles consideraban el rosario una devoción anticuada y obsoleta, y de ser así no tenía lugar en la iglesia moderna. Hasta se dejó de fomentar en muchos seminarios.

Ya en septiembre de 1966, el Papa Pablo VI en Christi Matri Rosarii escribió haciendo hincapié en la importancia del rosario declarando: “el Concilio Ecuménico Vaticano II, no explícitamente, pero muy claramente sin embargo, recomienda el rosario a las almas de los hijos de la iglesia en esta declaración: ‘deberían considerar de gran importancia las prácticas y ejercicios de piedad hacia María recomendados por el Magisterio de la iglesia en el transcurso de los siglos.’” Los padres conciliares pueden haber tenido el rosario en mente cuando escribieron a cerca de estas prácticas de devoción, pero puesto que no fue mencionado explícitamente, algunos encontraron la oportunidad de argumentar en contra del rosario.

En 1974, Pablo VI en la exhortación apostólica Marialis Cultus identificó cambios recientes en la sociedad que habían afectado las manifestaciones del sentimiento religioso. Escribió que ciertos actos de piedad que alguna vez fueron adecuados ahora eran insuficientes o inadecuados debido a nuevos patrones sociales y culturales. Continuó listando y explicando fiestas litúrgicas marianas y finalmente presentó el Ángelus y el rosario como dos expresiones apropiadas de piedad mariana en los tiempos modernos.

El Papa Juan Pablo II dedicó su pontificado a la Virgen, tomando como lema “Totus Tuus María.” Verdaderamente un Papa mariano, en su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae del 2003, declaró el año del rosario y dio a la iglesia los cinco misterios luminosos del rosario.

Después de pasar por una crisis tras el Concilio Vaticano II, la devoción mariana ha tornado con fuerza, especialmente a través de la cuidadosa dirección de los papas que han guiado a la Iglesia hacia la Madre de Dios. Rece un rosario el 7 de octubre, pues parece ser la forma más apropiada para celebrar la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

Capilla de Stra Sra. del Rosario, Pueblo, Mexico, considerada por unos la ‘Octava Maravilla del Mundo’
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