Misa en la Frontera

Misa en la Frontera May 4, 2014

Escrito para The Southern Cross

A principios de mes un grupo de obispos católicos liderados por el Cardenal Sean O’Malley de Boston celebraron una misa en la frontera entre México y los Estados Unidos en Nogales, Arizona.  Los asistentes estuvieron presentes en ambos lados de la valla fronteriza.  Fotografías de la distribución de la comunión muestran manos estiradas entre barras de acero para recibir la Eucaristía de un sacerdote en el lado americano de la frontera.

Durante su homilía, el Cardenal O’Malley declaró que fue inspirado por el Papa Francisco quien visitó Lampedusa, Italia, lugar que ha llegado a ser sinónimo del sufrimiento de los inmigrantes que llegan a Europa del norte de Africa.  La pequeña isla mediterránea de Lampedusa está más cerca de Túnez que al país al cual pertenece, Italia, por lo cual es punto de entrada a Europa para los africanos que huyen de la pobreza y opresión. Siguiendo el ejemplo del Papa, O’Malley viajó a la frontera con México para hacer conciencia sobre el gran sufrimiento que ocurre ahí cada día.

O’Malley inició su homilía con una historia personal que brinda una visión de las dificultades y humillaciones que enfrentan muchos inmigrantes que buscan una vida mejor para ellos y sus hijos. La historia narra de un hombre que después de seis meses de enviar dinero a su familia en El Salvador había recibido una carta de su esposa en la cual lo acusa de abandono. Cuando O’Malley le preguntó si le había enviado cheques o giros postales, el hombre respondió que había enviado efectivo: “Cada semana pongo todo el dinero que gano en un sobre con la cantidad correspondiente de sellos y lo pongo en ese buzón azul en la esquina”. O’Malley miró por la ventana para ver el buzón al cual el hombre se refería, y para su consternación, se dio cuenta de no era un buzón postal sino un elegante contenedor de basura.

Muchos se han hecho una pregunta razonable, ¿por qué celebrar una misa en la frontera? Entre quienes lo preguntan está el conocido escritor católico George Weigel quien afirmó durante una entrevista de televisión, “no me queda claro cómo es que la celebración de la misa en estas circunstancias no puede ser otra cosa sino que una politización.” Añadió, “El convertir la misa en un acto teatral esencialmente político es algo que creí que habíamos superado en la iglesia, no importa cuán noble sea la causa”.

Al celebrar la Misa en la frontera, los obispos son consistentes con la predicación del evangelio que reconoce la dignidad de cada persona humana. La celebración eucarística en la frontera es consistente con la eucaristía celebrada cada año en la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington DC antes de la Marcha por la Vida donde se pide por el respeto de la vida humana. También es consistente con las misas y eventos que se han celebrado estos últimos dos años donde se ha orado por la libertad religiosa, entre estos la misa celebrada en el parque Forsyth de Savannah hace dos años. Ninguno de estos momentos representan una politización de la misa como sugiere Weigel, sino más bien un momento donde los obispos han defendido las enseñanzas del Evangelio y han orado por la conversión de la sociedad.

Desafortunadamente la visita de los obispos a la frontera ha sido considerada primero a través de un lente político cuando los obispos como pastores han visitado a su rebaño que está sufriendo enormemente.


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