Recordando el 11 de septiembre

Recordando el 11 de septiembre September 13, 2014

Ingresé al edificio de ciencias el primer día de clases. No iba a prisa ya que mi clase anterior había terminado temprano. Caminando lentamente, miraba los números de aula pintados sobre las puertas buscando el laboratorio de química.  De repente escuché la voz de un amigo que me hablaba al salir él por la puerta lateral del edificio. “¿Escuchaste sobre el avión? Se estrelló contra el World Trade Center.” Tom estaba mirando en mi dirección, pero caminaba a pasitos marcha atrás, abriendo la puerta con su mochila. Nunca dejó de moverse, yo tampoco, pero le respondí brevemente y sin entender bien sus palabras, “no, no he escuchado nada.”  Al tomar los últimos pasos para llegar al laboratorio de química, intenté encontrarle sentido a las palabras de Tom. Me acordé haber leído acerca de un avión que se estrelló contra el Empire State Building después de la Segunda Guerra Mundial. Había sido un día nublado y el piloto se desorientó. “Si esto sucedió antes, tal vez ocurrió otra vez,” pensé yo. “Debe ser un accidente.”

Después de tomar asiento en uno de los escritorios incómodos de Plyler Hall, me di cuenta de que todo el mundo hablaba sobre el avión en Nueva York. El profesor llegó 10 minutos tarde y los estudiantes callaron de inmediato. “Ambas torres han sido atacadas”, dijo. “Un avión se estrelló contra cada torre”. Después de la clase de química siguió mi primera lección en latín. Antes de que nos enseñara sobre el caso nominativo, el profesor compartió con gran tristeza que dos de sus amigos trabajaban en el World Trade Center y que aún no había sabido de ellos.

Colocaron un televisor encima de una carretita en medio del comedor universitario. Todos comían en silencio, escuchando y mirando con incredulidad.  Vi una y otra vez las imágenes de aviones chocando contra un edificio que había visitado yo hace ocho años. Imágenes del Pentágono y Pensilvania pronto fueron emitidas.  Este día fue el 11 de septiembre del 2001, mi primer día del segundo año en la universidad.

Ese día me sentí inseguro y vulnerable.  En 1991 mi familia dejó el Perú huyendo de ataques terroristas, pero ahora un ataque terrorista impactante había ocurrido en el país que debía ser un refugio contra ataques terroristas para mí y mi familia. Aunque atentados habían ocurrido en el World Trade Center en 1993 y en Oklahoma City en 1995, los ataques del once de septiembre me abrieron los ojos y me di cuenta de que ningún lugar en la tierra puede proporcionar protección garantizada. Mi burbuja se reventó y me causó miedo. Afortunadamente nuestro país respondió con valentía a los ataques, unificando al pueblo. Nunca olvidaré la parroquia llena el domingo después de los ataques y las lágrimas que corrían por los ojos de todo parroquiano al cantar God Bless America. Este fue un día que marcó el inicio de una era.


Browse Our Archives