La semana pasada leí emocionado sobre un hallazgo increíble en los archivos del Vaticano. Era tan increíble que terminó siendo falso. Un científico había encontrado un documento del primer siglo donde un historiador romano registró como testigo ocular el milagro de Jesús resucitando a un bebé. Después de investigar por algunos minutos aprendí que el artículo era falso. Me consolé diciendo, “Bueno, siempre tenemos a Josefo y Tácito”.
He conocido a personas que dudan la historicidad de Jesús. Afirman que no existe documentación sobre la existencia de Jesús a parte del nuevo testamento. Aunque el documento del artículo mencionado previamente era falso, si existen documentos extra-bíblicos que históricamente confirman la existencia de Jesús.
El primero proviene del historiador judío Josefo quien escribió Antigüedades de los Judíos en el año 94 después de Cristo. Josefo escribe, “por este tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, y atrajo hacia él a muchos judíos. Y cuando Pilato lo había condenado a la cruz, aquellos que lo había amado primero no le abandonaron. La tribu de los cristianos, llamados así por él, no ha cesado de crecer hasta este día.”
El segundo documento viene del historiador romano Tácito quien en sus Anuales escritos en el año 116, narra el incendio de Roma iniciado por Nerón. Tácito escribe, “en consecuencia, para librarse de la acusación, Nerón buscó rápidamente un culpable, e infringió las más exquisitas torturas sobre un grupo odiado por sus abominaciones, que el pueblo llama cristianos. Cristo, de quien toman el nombre, sufrió la pena capital durante el principado de Tiberio de la mano de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilato.” También en los Anuales, Tácito manifiesta cómo esta “dañina superstición” surgió en Roma, pero sus seguidores “fueron cubiertos con pellejos de bestias, fueron despedazados por perros y perecieron, o fueron crucificados, o condenados a la hoguera y quemados para servir de iluminación nocturna, cuando el día hubiera acabado.”
Un último documento se encuentra en los escritos de Suetonio quien en 121 escribió sobre la vida de los emperadores romanos. En su libro menciona la expulsión de los judíos de Roma en el año 49. Narra que “Claudio expulsó a los judíos de Roma, los cuales instigados por Chrestus no cesaban en su agitación.” Historiadores coinciden en que Chrestus representa un malentendido entre romanos de lo que estaba ocurriendo en la comunidad judía de Roma al tiempo que muchos judíos reconocían a Jesús como el Cristo. Este reporte es paralelo a los Hechos de los Apóstoles donde Pablo se encuentra con Prisca y Aquila quienes habían sido expulsados de Roma por el emperador Claudio.
Aunque ninguno de estos relatos nos puede dar la fe para creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, estos si comprueban la historicidad de Jesús. El artículo que leí pudo haber sido falso, pero estos relatos históricos confirman la vida de Jesús, sus obras y el impacto de la iglesia naciente.
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