Hace unos dias los obispos de Georgia, el Arzobispo Wilton Gregory y el Obispo Gregory Hartmayer, publicaron una Declaracion Respecto a Menores No Acompañados y Familias Refugiadas debido a la presencia desde ya hace meses de miles de menores no acompañados en la frontera. Aqui sigue la declaración.
La difícil situación de los migrantes a causa de la opresión, despierta nuestra compasión particularmente cuando aquellos migrantes y refugiados incluyen tantos niños así como familias jóvenes. Como pastores, estamos profundamente conmovidos por el creciente número de niños sin la compañía de padres o tutores, así como por los padres con niños pequeños que han huido de sus hogares en Centro América para buscar refugio en las fronteras de los Estados Unidos.
A la luz del Evangelio y de la Tradición Católica, reconocemos el rostro de Cristo en cada persona migrante, y debemos responder a esta gente pobre y vulnerable así como lo haríamos con Jesús, quien, desde los primeros días de su vida, se convirtió en migrante huyendo de la violencia en su país natal. Reconocemos la inherente dignidad dada por Dios de cada ser humano y el darle especial atención a los niños y a otras personas vulnerables.
La Iglesia Católica en los Estados Unidos ha acogido a los inmigrantes, y verdaderamente ha sido hecha por inmigrantes. No tenemos duda que aquellos que buscan seguridad y oportunidad en los Estados Unidos hoy, en el futuro brindarán los beneficios de su trabajo a nuestra nación.
La Iglesia Católica considera la inmigración a través del lente del Evangelio. También analizamos el efecto de la política de inmigración en personas individuales y en familias, basados en el trabajo de organizaciones católicas en América Central y en el trabajo y defensa en nombre de los inmigrantes en nuestras diócesis. Escuchamos así mismo a nuestros hermanos obispos y a sus empleados diocesanos en estos países, que durante mucho tiempo han identificado la violencia y la pobreza extrema como cuestiones que han desencadenado en que muchos jóvenes viajen hacia los Estados Unidos y a otros países vecinos. Han identificado la violencia como el motivo principal de los recientes flujos de menores sin compañía y de familias. Una delegación de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos visitó recientemente algunos de estos países y confirmó este hecho, siendo testigos de primera mano de las condiciones de amenaza a la vida, que obligan a las familias a abandonar sus hogares o enviar a sus hijos al peligroso camino hacia los Estados Unidos para buscar una vida más segura y más digna.
Nos pronunciamos también como el mayor proveedor de servicios de reasentamiento para refugiados en los Estados Unidos, y como gran proveedor de servicios de inmigración y reasentamiento de refugiados en Georgia, a través de Catholic Charities. En el año fiscal 2013, Catholic Charities Atlanta reasentó a 276 refugiados procedentes de países que incluyen Irak, Irán, Bután, Birmania, Cuba, Eritrea, Etiopía y Somalia.
La doctrina católica ha apoyado durante mucho tiempo el principio de que toda persona tiene derecho a vivir en su patria con seguridad y en circunstancias para vivir una vida digna con oportunidades de trabajo. Sin embargo, el derecho a la seguridad y la dignidad humana también puede obligar a las personas a emigrar a otras tierras, cuando debemos acogerlos. Al escribir acerca de los menores no acompañados provenientes de Centro América, el Papa Francisco ofreció el punto de referencia esencial: “esta situación de emergencia humanitaria requiere, como primera medida urgente, que se dé la bienvenida y se proteja a estos niños” (Mensaje Papal mensaje con motivo del “Coloquio México/Santa Sede sobre migración humana y desarrollo” 14 de julio de 2014).
Funcionarios Federales y Estatales
Como obispos de Georgia, hacemos un llamado a legisladores nacionales y estatales y a funcionarios del gobierno de todos los partidos políticos a dejar a un lado el partidismo, y buscar soluciones que mejoren la humanidad de estos niños y estas familias.
Nos unimos a nuestros hermanos en el episcopado en todo el país en la búsqueda de legislación federal que incluya los siguientes principios:
Preservar las protecciones de la Ley bipartidista que se dio en el 2008 para la Protección de las Víctimas del Tráfico de Personas que otorga derechos a un debido proceso a niños que huyen de la violencia.
Apoyar financiación adicional para el cuidado y protección de los vulnerables menores no acompañados, mientras se mantiene intacta la financiación para programas actuales de reasentamiento de refugiados. La financiación de reasentamiento de refugiados afecta directamente los servicios que ha estado brindando Catholic Charities Atlanta.
Los créditos adicionales son necesarios para jueces y abogados, quienes pueden juzgar equitativamente las solicitudes de asilo de niños, como lo requiere la ley. Estos créditos no deben afectar negativamente otros programas de inmigración como se sugiere en la Administración y en el Congreso.
Prestar apoyo para abordar las causas de pobreza y violencia en los países centroamericanos. Los Servicios de Migración y Refugiados de la USCCB, Catholic Relief Services, el Servicio Jesuita a Refugiados y otras agencias católicas han sido conscientes desde hace tiempo de los problemas en América Central y los factores que empujan a la migración de esos países. Por lo tanto, ellos han estado utilizando los recursos que tienen para abordar estos abrumadores problemas, pero las caridades privadas no pueden resolver completamente los problemas del gobierno.
Apoyar el uso de alternativas comunitarias en lugar de detención para familias, y oponerse a la construcción de centros de detención para esta vulnerable población.
También urgimos al Congreso a promulgar una legislación integral de reforma migratoria, que ayudará a arreglar nuestro resquebrajado sistema de inmigración.
Recomendamos con ahínco que apoye estos principios contactando a sus senadores de los Estados Unidos y miembros del Congreso a través del sitio web de Justicia para Inmigrantes de los obispos católicos.
A nivel estatal pedimos a los legisladores y funcionarios que apoyen las políticas que mejoren la dignidad de todas las personas que vienen a nuestro estado.
Ayuda Local Directa
Pedimos al pueblo católico de Georgia que apoye estas políticas públicas y que también busquen oportunidades para dar la bienvenida y servir a estos jóvenes hermanos y hermanas migrantes a través de la parroquia, organizaciones cívicas y nacionales.
En nuestras parroquias, primero debemos rezar por aquellos que viven en condiciones peligrosas en todo el mundo, y por quienes con valentía salen de sus casas buscando seguridad y oportunidades para ellos y sus hijos. Oren también por los jefes de gobierno, para que desarrollen políticas justas y humanas para todos. La intención de la oración universal del Papa Francisco para agosto es: “que los refugiados, forzados por la violencia a abandonar sus hogares, puedan encontrar una acogida generosa y la protección de sus derechos.”
La difícil situación de los niños refugiados nos afecta directamente en Georgia. Según las estadísticas del gobierno, poco más de 37, 000 niños han sido liberados a lo largo de los Estados Unidos en los primeros siete meses de 2014, y 1,412 (séptimo más alto de la nación) han sido liberados a familiares en Georgia.
Reconocemos que el gobierno no puede dar a conocer los nombres o lugares de los niños, pero sin duda muchos de estos niños viven hoy en nuestras parroquias y estarán buscando ayuda en nuestras parroquias.
A lo que los niños y las familias refugiadas se mudan a Georgia, las Conferencias de San Vicente de Paul y las obras de caridad de las parroquias tienen mayores necesidades. Catholic Charities Atlanta también debería ser considerada con las organizaciones benéficas como lo es Catholic Charities USA o USCCB Migration and Refugee Services.
El Reverendísimo Wilton D. Gregory, SLD
Arzobispo de Atlanta
El Reverendísimo Gregory J. Hartmayer, OFM Conv.
Obispo de Savannah
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