Un reto que se presenta al vivir en una diócesis rural donde sólo el tres por ciento de la población es católica y donde la mayoría de las parroquias son pequeñas y distantes, es el desarrollar el concepto que como católicos pertenecemos a una Iglesia mucho más grande que nuestra simple parroquia. Es fácil permanecer con una visión parroquial de la Iglesia, perdiendo de vista el alcance de la Iglesia católica en el mundo y en la historia.
Cada año la Oficina de Vocaciones organiza campamentos de verano para niños y niñas de la diócesis, creando un ambiente católico para que los jóvenes jueguen y oren. Es una oportunidad para ellos, especialmente los provenientes de parroquias pequeñas, de compartir con jóvenes católicos, aprender más acerca de Cristo y desarrollar nuevas amistades. El campamento Call to Holiness para niñas y Vocatio Dei niños comenzó hace muchos años y se llevó a cabo en Camp Villa Marie en Savannah hasta el año 2002. Hace cinco años, dos señoritas que asistieron de jóvenes, se acercaron el Director de Vocaciones y expresaron su deseo de reiniciar estos campamentos, ya que estos habían tenido un papel importante en su crecimiento de la fe y querían ofrecer la misma experiencia a la siguiente generación. Hombres y mujeres que hoy son sacerdotes, seminaristas y religiosas participaron como niños en estos campamentos y aún tienen muchos recuerdos de sus experiencias.
Este año, noventa y tres niñas y setenta y siete niños participaron en los campamentos que se llevaron a cabo cerca de Collins del 21 al 27 de junio. Los jóvenes provenían de varias parroquias y tres vinieron de fuera de la diócesis. La Misa, adoración eucarística, confesión y oración tuvieron un papel central durante los campamentos, junto a juegos divertidos con una bola gigante, globos de agua, y un enorme deslizador de agua. Las Siervas Hermanas del Hogar de la Madre de Jacksonville dieron pláticas a las niñas, invitándolas a despertar a la presencia de Dios en sus vidas y a preguntarle a Dios que pide él de ellas. Los seminaristas dieron las pláticas a los niños y también sirvieron como consejeros. El Obispo Hartmayer celebró la Misa que concluyó el campamento de niños.
Los campamentos fueron un éxito gracias a las muchas personas de diferentes partes de la diócesis que dieron de su tiempo y esfuerzo para coordinar, cocinar y servir como consejeros. Han efectuado un cambio positivo en las vidas de estos niños. Los ministerios de vocaciones de Augusta y Savannah, junto con los Caballeros de Colón, dieron un gran apoyo económico.
Asistir a los campamentos vocacionales les permite a los jóvenes tener una experiencia nueva de la Iglesia en nuestra diócesis, donde rezan y se divierten con otros católicos, conocen a hermanas religiosas y a los seminaristas. Los jóvenes dejaron los campamento cansados, pero con caras sonrientes ya que profundizaron su relación con Cristo, se divirtieron e hicieron nuevos amigos.
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